14 de Enero de 2006.
Priscila - Luana - Maité - Vilibi
... y Marianela (es la prima hermana de Lu, aunque nada tienen en común).
Cuatro amigas (y una acompañante impuesta por ser la dueña del duplex que nos iba a alojar).
VE-RA-NO
Destino: Villa Gesell.
Forma de llegar: Autito Nuevo!
Y sí. 21 años estrenados a la par de un auto estrenado en la ruta.
Noche, playa, mar, hombres, libertad y libertinaje.
¡No podíamos pedir más!
Me acuerdo como si hubiese pasado hace un mes.
Salimos bien temprano, galletitas, anteojos de sol, mucha ropa acomodada en cinco enormes bolsos. Pri era la copiloto, al mando de la música y el set matero.
Yo, al volante. Felíz, como pocas veces me había sentido, con mis ondas al viento, mi pelo recién aclarado y sintiendo pura adrenalina.
Ese día el clima no ayudaba mucho (más bien estaba bastante nublado), pero estábamos seguras que iban a ser las mejores vacaciones de nuestras vidas... A veces pienso que cuanto más chica sos, más felíz te hacen las pequeñas cosas (aunque toda esta experiencia era una graaan cosa).
Llegamos sin problemas, pisando el mediodía. Empezamos a bajar todos los bártulos del baúl mientras nos reíamos a carcajadas vaya a saber de qué.
Maité siempre fue la más chiquita y flaquita de nosotras, por algo se ganó el apodo de lapulgui. Su valija era casi tan grande como ella, por lo que se movió unos pasos y desistió esperando que la ayudemos... Hasta que del dúplex vecino salió uno de esos a los que yo llamo seresconfortaleza (entiéndase que era MUY lindo, MUY llamativo, MUY hombre)....
- Te ayudo Rubia?
- Mmm ah.. ehh...
- Ayudala, porque sino va a caernos la noche sin previa!
Demás está decir que Mai nunca respondió y que la rápida en tirar simpatía fui yo. El muchacho en cuestión sonrió de costado y caminó con pasos chuecos pero firmes hasta alcanzar la valija. La cargó hasta la puerta de entrada como quien lleva una bolsita de plumas y la apoyó a sus pies.
- Gracias che!
Fue la única respuesta de Mai, que empujó con todas sus fuerzas la valija y entró a nuestra morada sin inmutarse.
Yo no. Yo siempre fui la clase de chica linda que le gusta llamar la atención. Y claro está, esta vez no iba a ser la excepción.
De modo interesante cerré el auto, haciendo sonar la alarma. Caminé hasta la entrada muy segura, sacándome los anteojos y lo saludé con un beso en el cachete, como si fuéramos amigos de toda la vida.
- Vilibi, cómo estás?
- Lindo nombre, bastante raro... Soy Sergio y me dicen Pino, por... porque sí (soltó una risita cómplice).
- (Sonreí, solamente por cortesía).. y bueno, por qué no estás en la playa? Qué onda acá? No se está poniendo?
- Iba a hacer eso cuando las vi llegar... Nosotros llegamos ayer (Vilibi piensa en ese nosotros)... bueno, somos 8, más tarde dense una vuelta por el depto y nos conocemos todos!
- Mmmm.. puede ser, quizás necesitemos tu ayuda para varias cosas... pero por el momento, te dejo que vayas a tomar sol (risita... ya me estaba yendo de tema)
- Dale, nos vemos... Vilibi... difícil, pero no hay manera de que me olvide de ese nombre y esa cara eh
- Jaja, hasta luego entonces, no? Pino!
Al segundo cerré la puerta. Al menos el primer paso estaba dado.
Contacto con los que después serían nuestros vecinos/amigos de los 15 días de vacaciones. Llamar la atención de ese hombre que ya había tocado en la tecla de activación de seducción.
Sin darme cuenta, ya había empezado a fijar un objetivo en Pino, cosa que con el tiempo iba a traerme tantas satisfacciones como alegrías...
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